sábado, 31 de octubre de 2009

Mi amiga Lila ya ha parido



Esta mañana una buena amiga ha dado a luz. Fue a eso de las ocho y media de la mañana e inmediatamente que sintió los dolores, hizo que me llamaran para que fotografiara el parto. Cuando éste se inició ahí estaba yo con la cámara preparada y uno tras otra, fui fotografiando aquel fantástico momento. Mi amiga Lila, que así se llama lo pasó bastante mal, tuvo que dolerle “una jartá”, pero no se le escuchó ni un gemido, ni un solo lamento. Ni siquiera una lágrima se desprendió de sus ojazos.

Yo iba a publicar aquí las fotos de esos momentos, pero por petición expresa de Lila, no lo voy a hacer. Si lo haré con las otras, con las que hice cuando ya lavó a sus bebés, aseó la casa, e inició el momento de amamantarlos.

ENHORABUENA tía, eres toda una hembra. Hasta ahora sólo he visto en ti mucho cariño, fidelidad y nobleza. Hoy he comprobado tu gran sentido del amor y maternidad.

Le daremos también la enhorabuena a Julio, tu dueño, aunque poco ha tenido que hacer por ti.

En cuanto a ti, ya sabes lo que tienes que hacer a partir de ahora, “ve siempre con las bragas puestas”, ¿vale?.

Un besote grande mi amor.










Lila, es una hermosa perra de tres años de raza Golden Vetriver (Labrador de pelo largo), de los diez cachorros que hoy a parido, ocho son los que han sobrevivido al parto. Todos los babys son de color canela y maman como unos condenados. Así permanecerá Lila durante aproximadamente 20 días, mientras tanto Julio, que no dispone de espacio para tanto animal, buscará compradores para los cachorrillos. Quien desee alguno puede llamarle al 665 424 092.

miércoles, 7 de octubre de 2009

Los piratas de los bares

Que conste y quede bien clarito, que no todos los bares o dueños de bares son piratas, pero con uno o dos que existan ya sería válido el titular de esta página.
En Jerez desde luego existen muchos de ellos y ahora, en época de crisis y por lo tanto de paro acuciante, más aún. En ellos se aplica la ley del fuerte. Yo tengo trabajo y tú no. ¿Lo quieres?, pues traga por lo que digo y hago, porque esta es mi casa.
Esto no deja de ser una nueva forma de esclavitud, que por otro lado, tampoco se ha inventado ahora.
El bar La Provenza de Jerez, situado en la calle Porvera número 61, frente a la Iglesia de la Vitoria y que hace esquina con la calle Ancha, en Jerez (Cádiz), parece ser que quiere tomar el liderazgo de este tipo de comportamiento.
Muy recientemente un buen conocido mio se ha visto envuelto en esta trama. Él no tenía trabajo y necesitaba uno, fuese cual fuese, con verdadera urgencia. El hambre es muy mala hijo.
En dicho local se le ofreció trabajo de camarero desde las 2 de la tarte hasta la hora del cierre, que aproximadamente se produce sobre las 11 o 12 de la noche. Este horario era de lunes a viernes. Los sábados el horario cambiaba. Cambiaba a peor. Mi amigo entraba a las 9 de la mañana hasta el cierre, sólo que este cierre debido que el bar ponía esas noches precios especiales en los "cubatas", mi amigo cerraba sobre las 6 de la madrugada. ¿Te lo imaginas?.
Despues de cinco días con diez horas diarias de trabajo, el sábado se despedía de la semana laboral con 19, 20 o 21 horas seguidas. Pa matarse, vamos. Mi amigo claro está, no aparecía el domingo por ningún lado, sólo dormía y dormía...
Ocurrió todo esto sin que nadie le dijera nada sobre el sueldo. Ester la dueña. ponía carita de agradable y buena persona. Le daba confianza y decía que estaba muy bien el trabajo desarrollado por mi amigo. Paco, el marido de Ester, catalán independentista él, hacía el papel de malo. Tampoco le costaba mucho trabajo. Su soberbia, mal carácter, racanería y falta absoluta de educación, trato y respeto a los demás, le ayudaban mucho a desempeñar su papel.
El ojo que todo lo ve
Aquí no queda la cosa. Por si las horas eran pocas y el trato despectivo y humillante, mi amigo y todo el personal concurrente dentro del local, eran observados por una camara Web, que Paco ha dispuesto sobre el dintel de entrada a la cocina y que dispone de conexión con su ordenador personal en casa. Cualquiera puede pensar que es una simple cámara de seguridad, pero no. Es una Webcam que Paco sabe manejar bien y que se dedica a grabar cada minuto a cada persona que pueda estar dentro del local.
¿Es eso lícito?. ¿Que utilidad dará Paco a la imagen de algún conocido casado cuendo esté allí dentro tonteando con otra señora?. ¿Es normal que el perspnal que allí trabaja se vea sometido continuamente a esa mirada indiscreta?.
En más de una ocasión, mi amigo sirvió una copa de vino y quizás llenara ese catavino de más. En treinta segundos, sonaba el telefono y al otro lado de la línea estaba Paco.
- Has llenado esa copa de más. Esto no es una ONG.
El viernes día 2 de octubre ocurrió lo inevitable.
Así fue, el viernes la Hermandad de la Soledad con sede el La Vitoria, iniciaba los ensayos con los costaleros para festejar el cincuentenario de la Cofradía. Mi amigo que ya lo sabía, estaba preparado para el aluvión de sedientos que le iban a llegar.
Primer aluvión sobre las 8,30 de la tarde y que duró hasta las diez. Mi amigo, que nunca ha sido tonto, conocía también que habría un paron de media hora y que transcurrido ese tiempo vendría el segundo aluvión.
Pues bien, en esos treinta minutos de mayor relax, no se fuma un cigarrillo no. Tras haberse realizado todo el fregado y adecentado el local, se lía a limpiar la máquina del café, que ya, se presumía que no iba a tener uso. Cuando ya ha iniciado esta limpieza, el gran Paco, manifiesta:
- Mira que con la gente que hay, ponerse a limpiar la máquina...
- Paco, ¿nada de lo que aquí se hace es de tu agrado?, - contestó mi amigo con una correcta educación, tono y voz.
- En mi casa se hace lo que yo digo, y si no te gusta ahí está la puerta, - contestó el otro gritando y con un funesto humor.
- Pues adjudicado, liquida mi cuenta que me voy.
Lo gracioso de esto es que el tal Paco, haciendo honor a su origen catalán, pretendió pagar todo un mes de trabajo de mi amigo (entre 250 a 280 horas), con TRESCIENTOS miserables Euros, de los cuales mi amigo ya tenía cobrado a cuenta 190 más 58 que él mismo se había marcado en el ordenador de caja como consumiciones propias, todas ellas consumidas en sus 10 horas laborales, ya que si no era así, no se le permitía consumir nada. El almuerzo, que tenía que realizar en el propio bar, era llevado por mi propio amigo desde casa.
En fin, una triste historia más de esta mi querida España. Mi amigo se negó a cobrar tal cantidad y el tirano desvergonzado se quedó con su salario. No sin antes y a fin de justificar lo injustificable, acusarle de que éste, mi amigo, le metía la mano en la caja. Esta misma manifestación la había venido haciendo con cuantas personas han pasado a trabajar por el citado bar, a fin de poder sisarle a cada uno de ellos - casi uno por mes -, sus respectivos sueldos.
Asi que yo digo:
- ¿Vamos a seguir consintiendo este trato a humildes trabajadores?.
La solución la tenemos en nuestras manos.
No consumamos en estos establecimientos.
Nuestro euro serviría para finanziar esta nueva esclavitud.